Algo se nos quedó atrás en este caminar incierto en nuestro país.

Hay una frase de Albert Camus que podríamos aplicarla a cada uno de nosotros cuando dice que "en las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible".

Hacía ya mucho tiempo que nuestro país no llegaba a las portadas de la prensa internacional con una fuerza tan arrolladora y positiva como lo que vivimos el pasado 8 de marzo.

Hay que reconocer que en los últimos tiempos vivimos con demasiada sensación de peligrosidad. Esa intranquilidad hacia lo que decimos, manifestamos, defendemos, denunciamos....

Como cada año, celebramos por estos lares del noroeste ese día espléndido donde una escritora eterna como Rosalía de Castro nos acerca a ese mundo interior de la mujer y sus circunstancias. Con ella las circunstancias saben a poesía, entre amores y denuncia social, porque en todas las épocas nos tocan algunas.

Hace unos días, me merendaba la tarde con unas imágenes surrealistas de un político municipal ensuciando el cauce del río Sar con las basuras de sus orillas.

Decía Gandhi que llamar a las mujeres el sexo débil era una calumnia; es la injusticia del hombre sobre la mujer.

Me gusta hablar de periodismo. Me acerca a mis inicios profesionales de juventud.